No cabe duda de que la música va más allá de ser un mero entretenimiento. Se aplica estratégicamente en películas, en publicidades televisivas y radiofónicas, en vídeos para internet, etc. Cuando es practicada profesionalmente, la música se transforma en un trabajo y, por ende, en una fuente de ingresos comparable a las profesiones tradicionales. Pero, además, también suele usarse como elemento motivador para realizar determinadas actividades intelectuales y motrices.
Varios estudios se han enfocado en analizar la influencia positiva que tiene la música en el rendimiento deportivo. Asimismo, hay informes que documentan que la música clásica también repercute óptimamente en los resultados del ejercicio físico.
Función motivadora de la música en los deportistas
Uno de los estudios más reveladores que se han desarrollado sobre la influencia positiva de la música en los deportistas estuvo a cargo de profesionales de la Universidad del Sur de Queensland, Australia. En el artículo Efectos de la música en el ejercicio y el deporte: una revisión meta-analítica presentaron una serie de resultados concluyentes sobre este fenómeno.
Una observación fundamental que hicieron los expertos es que, en principio, los deportistas que escuchan música durante sus rutinas de ejercicios entran en un estado disociativo. Esto quiere decir que la persona se abstrae del cansancio que atraviesa por el ejercicio porque mentalmente está concentrado en situaciones emotivas de su pasado o en proyecciones de su futuro. En consecuencia, se motiva por las ‘escenas’ que recrea en su mente y no atiende al desgaste que experimenta corriendo, trotando, haciendo abdominales, levantando pesas, etc.
El equipo técnico también señaló que, en concordancia con esta función motivadora, la música beneficia al deportista en ámbitos fisiológicos y ergogénicos. Esto significa que la persona siente un aumento espontáneo y progresivo en los resultados de sus ejercicios. Por citar un caso, si un individuo concreta 10 turnos de abdominales en un minuto, bajo la influencia musical puede agregar más turnos con la misma percepción de esfuerzo. En los corredores de resistencia, esta percepción del esfuerzo por influencia musical puede reducirse hasta un 12 %, detallan los expertos en running de FitnessPiratas.
Los especialistas de la Universidad Brunel de Londres, Inglaterra, también han realizado indagaciones en los aportes que otorga la música a los deportistas. Al igual que los profesionales de la Universidad del Sur de Queensland, los científicos londinenses aseveran que hay un efecto motivacional en el acto de escuchar música mientras se practican determinados deportes. En este sentido, ellos precisan que en rutinas ‘suaves’ como el trote o los abdominales, el efecto motivacional se materializa en la reducción de los síntomas de fatiga (ardor en el pecho, tensión en muslos y pantorrillas, etc.).

Sabes cual es la influencia de la música en el deporte
Empero, en las prácticas deportivas más exigentes como el running de largas distancias, no se da esta reducción del dolor corporal. Sin embargo, sí actúa a nivel subcortical del cerebro, lo cual permite que este órgano envíe ‘mensajes inspiracionales’ al individuo para que no limite ni reduzca su ritmo de trabajo. Distintas figuras del deporte mundial —como el decatleta británico Daley Thompson— han dado fe de esta clase de efectos motivadores que causa la música en el rendimiento deportivo.
La música clásica en el rendimiento deportivo
Múltiples instituciones como la Universidad Brunel y la Universidad de Oxford, Inglaterra, han reparado en que la música clásica no es ajena a todos los efectos positivos que se han mencionado en los párrafos anteriores. Así, se han dedicado a buscar cuáles son los temas clásicos que, por su estructura compositiva, suelen generar mayor motivación en el deportista y, por ende, potenciar su rendimiento.
Los especialistas hicieron una lista de los temas clásicos más idóneos para escuchar durante las rutinas de ejercicios. No obstante, las composiciones mencionadas no son las únicas para dichos propósitos, quedando en las preferencias del deportista la última palabra.
Una de estas obras es la Obertura de Guillermo Tell, creada por el italiano Gioachino Rossini y estrenada en 1829. La principal razón de tal elección es que posee un ritmo energético que culmina con una ‘carga de caballería’, la cual se interpreta en Mi Mayor y le da un papel predominante a la ejecución de las trompas y las trompetas.
Otra obra recomendada es Bolero, del francés Maurice Ravel, composición que data de 1928. Los expertos la incluyeron en sus sugerencias ya que posee una melodía obsesiva en Do Mayor. Esta se repite constantemente con arreglos orquestales que van en crescendo, derivando finalmente en una coda estruendosa.
Asimismo, el 3er acto de la ópera La Valquiria (llamado Cabalgata de las Valquirias), del alemán Richard Wagner, también se mencionó como uno de los temas ideales para escuchar durante el ejercicio. Esta parte de la ópera estrenada en 1870 se considera una especie de himno bélico con matices heroicos.