La Navidad está cada vez más cerca. Pese al calamitoso año que hemos vivido, parece imposible olvidar que en diciembre llega esta fecha jubilosa donde suelen renovarse los mensajes de esperanza. Se adornarán las casas con el infaltable árbol de pino y con los juguetes temáticos. Las coronas navideñas representarán la vida eterna y el amor por Dios de los más creyentes desde las puertas de su hogar, al igual que el muérdago y las luces rojiverdes. Y, por supuesto, comenzará a sonar la música característica de la época: los inolvidables villancicos.
Los villancicos son composiciones poéticas populares con motivo religioso que se cantan en las fechas navideñas. Consuetudinariamente han sido estructurados en versos hexasílabos y octosílabos, ordenándolos en estribillos que son repetidos cíclicamente. Las historias que suelen narrarse en sus letras están relacionadas al nacimiento de Jesucristo, a la travesía de los reyes magos, a los cuidados que los padres de Jesús tenían con él, entre otras.
Aunque pareciera que muchas de estas peculiares canciones son contemporáneas, lo cierto es que la mayoría de ellas acumulan siglos de historia. Y aunque hoy las escuchemos con instrumentos más sofisticados (como sintetizadores, baterías y guitarras eléctricas), existe un conjunto de instrumentos característicos que han perdurado al paso de los años y representan los matices típicos del ambiente navideño.
Se calcula que los primeros villancicos se compusieron y cantaron oficialmente para la Iglesia Católica en el siglo IV. Al ser obras populares pero con trasfondo litúrgico, tanto las ceremonias formales de la Iglesia como las interpretaciones callejeras y domésticas fueron constituyendo la tradición del villancico y, dentro de estas fusiones, se adoptaron instrumentos como la zambomba, la pandereta o el pandero, las sonajas, los cascabeles y las guitarras acústicas.
Zambomba
Este llamativo instrumento forma parte de la múltiples tradiciones navideñas, como la colombiana, venezolana, española, entre otras. Es un cilindro hueco de mediano tamaño, principalmente hecho de madera o de cerámica. En uno de sus extremos cerrados tiene un parche, el cual está atravesado en su centro por una varilla de madera. En ciertos modelos, la varilla se reemplaza por una cuerda. Cuando se golpea la varilla con las dos manos, el cuero vibra y produce un sonido grave y seco.
Aunque se estima que sus orígenes se hallan en el Congo, en España se ha adoptado como un instrumento protagónico de músicas navideñas, como los potentes villancicos de Jerez y de Castilla-La Mancha.
Pandereta
La pandereta pertenece al grupo de los tambores de marco. Está conformada por un aro de madera -o de un material análogo- que contiene varias sonajas (chapas de metal) y está cubierto por una lisa piel estirada que forma la membrana o parche del instrumento. Para mayor perfección en su sonido, se suele fabricar con piel de oveja sin lana o vientre de burro. La versátil presencia que tiene en la música es tal que hasta Piotr I. Tchaikovski y Wolfgang A. Mozart incluyeron la pandereta en algunas de sus obras.
Por su fácil identificación dentro del conjunto de instrumentos, en villancicos como “Una pandereta suena” se hace gala de su entretenedor sonido.
Sonoja
Es un instrumento de percusión propio de los idiófonos. A través del golpeo y agitamiento, se logra provocar el distintivo sonido de sus chapas metálicas. Aunque en un principio se empleó en ritos y purificaciones ceremoniales, actualmente se considera un objeto de distracción para los niños; además, en algunos lugares de España, Portugal y Alemania, la sonaja es uno de los instrumentos principales de los villancicos navideños. En España también se la relaciona con los cantos pastorales, los cuales tienen objeto religioso.
Cascabeles
Es un conjunto de pequeñas esferas metálicas huecas que contienen a otra esferas minúsculas denominadas escrupulillos. Estas van unidas a una correa que sirve de asa para el intérprete.
Aunque este instrumento de percusión es bastante sencillo de manufacturar y ejecutar, se ha utilizado en bellas composiciones de música clásica como en la Sinfonía No. 4 del compositor checo Gustav Mahler. Se la asocia con la alegría y es el instrumento más resaltante en el clásico villancico “Jingle bells”.
Guitarra Acustica
Aunque quizás no es el instrumento más representativo de los villancicos, lo cierto es que diferentes culturas han hecho de la guitarra acústica un acompañamiento indispensable para estas canciones festivas. En países de habla hispana es bastante común interpretar un villancico con guitarras.
Además, se tiene registro de varios temas navideños que, antes de ser rediseñados para partituras de orquestas o sinfonías, fueron compuestos siguiendo los acordes básicos de guitarra. Es el caso del villancico “Noche de paz”, creado en 1818 por Joseph Mohr y Franz Xaver Gruber. Se cuenta que, al estar estropeado el órgano de la iglesia, tuvieron que recurrir a la guitarra acústica para interpretar el tema por primera vez en la Misa del gallo del pueblecillo austríaco de Oberndorf.